El pasado del crédito al consumo en España
La historia del crédito al consumo en España es relativamente corta, fruto de la modernización tanto económica y social del país como de la globalización de la economía y el desarrollo de la sociedad de consumo. Pero hagamos un poco de memoria: la Constitución española de 1978, la etapa de estabilización política que trajo consigo la Transición, la entrada de España en la Comunidad Económica Europea en 1986 y en febrero de 1988… el nacimiento de Cetelem. En cifras, en este corto periodo de 10 años, la economía española pasó de tener una inflación superior al 16% anual a reducirse por debajo del 6%.
A principios de los 90 se produjo una crisis económica y financiera a nivel mundial, consecuencia de la burbuja inmobiliaria de Japón, que se agravó con las tensiones por el precio del petróleo derivadas de la Guerra del Golfo. La economía española no sufrió en esos momentos como las demás, debido a las inversiones que atrajeron las Olimpiadas de Barcelona y la Expo de Sevilla.
Con independencia de que ambos eventos fueran un motor de impulso económico determinante para la modernización de nuestras infraestructuras y una excelente ventana hacia la escena internacional, la economía española no quedaría ajena a la crisis. Ésta comenzó en 1993, y el inicio de la recuperación no se vería hasta dos años después. En esta época, la cifra de desempleo pasó del 16,1% al 24,1%.
Pero otro hecho de capital importancia se produjo en el año 1992: España firma su adhesión al Tratado de Maastricht, donde se consagra oficialmente la ‘Unión Europea’ y donde se apuesta de manera clara por el proceso de convergencia a la Unión Económica y Monetaria, el cual finalizaría el 01/01/1999 con la adopción del euro como moneda oficial dela Unióny la desaparición oficial de la peseta el 01/01/2002.
A finales de esta década se empezaría a acelerar la expansión y fomento de la sociedad de consumo, como elemento generador de riqueza y empleo.
Ya en el nuevo siglo, la globalización de la economía mundial y de los Mercados de Capitales se acentuaría gracias a la progresiva eliminación de las barreras comerciales y a la aparición de nuevas herramientas de información que revolucionarían y favorecerían un consumo más ágil y, sobre todo, más fácil, como es Internet. Esto permitió que se fomentase una sociedad del consumo ‘sin límites’ y altamente especulativa.
Entre finales de los años noventa y el inicio de la crisis, el volumen gestionado por el sector del crédito al consumo se multiplicó casi por dos. En términos de Producto Interior Bruto, pasó del 5,8% del PIB de la economía española a situarse en el 9,8% en 2007. Así mismo, el endeudamiento de los hogares era del 50% de su Renta Disponible, disparándose hasta el 130% en los años de bonanzas.
Para el mismo periodo, el crédito al consumo representaba al inicio aproximadamente un 8% de la Renta Disponible de los hogares, llegando a finales de 2007 hasta niveles del 15%.
Julio Tudela
Director de Finanzas de Cetelem