Crédito al Consumo… de un vistazo. Capítulo 3
1.- Préstamos: que a su vez pueden ser con interés a cargo del cliente o los denominados gratuitos, en los que los intereses son a cargo del vendedor de modo que el cliente solo paga el precio del producto de forma aplazada -duración previamente fijada- sin coste. Ocasionalmente ambos tipos de préstamos pueden tener gastos de estudio o formalización.
2.- Tarjetas de crédito, emitidas por la entidad o conjuntamente con el establecimiento vendedor disponiendo de diversos modos de pago: crédito, fin de mes o revolving (modalidad que permite seguir disponiendo de fondos conforme se van amortizando las disposiciones realizadas).
En general se trata siempre de productos muy sencillos y que, además, la entidad debe cumplir con un elevado nivel de exigencia de transparencia de la información y contratación, viendo así el consumidor reforzada su protección en todo el proceso de información previa, de contratación y gestión subsiguiente del producto contratado.
En Cetelem nos hemos comprometido con la transparencia y hemos reforzado el concepto de Crédito Responsable de manera proactiva en nuestros procesos de negocio y además lo hemos hecho público a través de la “Guía Cetelem de Crédito Responsable” donde todo consumidor puede encontrar la información necesaria relativa a los derechos y obligaciones de ambas partes (consumidor y entidad de crédito) en una contratación de crédito al consumo. Para saber más sobre este muy relevante tema le invito a visitar www.creditoresponsable.com.
Y,… ¿Quienes ofertan productos de financiación al consumo? Como decía anteriormente existen por una parte las entidades de crédito generalistas que identificamos inmediatamente con los bancos y cajas de ahorros –actualmente en proceso de desaparición o de reconversión en bancos – y de otra, las entidades de crédito especialistas que son aquellas cuya actividad exclusiva es la de realizar operaciones de activo, es decir, de concesión de préstamos y créditos al consumo y que, en general, no captan depósitos del público. Estas entidades especialistas pueden adoptar la forma jurídica de Banco o de Establecimiento Financiero de Crédito (EFC), pero aparte de los diferentes requisitos administrativos, ambos tipos de entidades –conocidas coloquialmente como “Financieras”- realizan en esencia la misma actividad. Estas entidades especialistas son las que casi exclusivamente realizan su actividad a través de los antedichos establecimientos vendedores, disponiendo en ellos de una amplia gama de productos de financiación para la adquisición de bienes y servicios.
Siendo todas entidades de crédito, y como tales deben ser autorizadas por el Banco de España y estar sometidas a su supervisión y control, las especialistas, precisamente por el hecho de serlo, disponen de procesos de estudio y autorización de créditos muy automatizados, seguros y rápidos de modo que el rigor exigible a toda entidad de crédito en la evaluación de la capacidad de pago de los clientes –determinante a la hora de conceder un crédito- no supone ninguna ralentización de los procesos de estudio y decisión. Algo muy importante no solo para el consumidor que en el mismo momento que decide el producto, servicio o vehículo a adquirir, la entidad especialista decide sobre la financiación solicitada.
Para concluir una sucinta reflexión sobre la importancia económica del crédito al consumo que, en sociedades desarrolladas como la nuestra, actúa como un dinamizador de la economía. En efecto, facilita la adquisición de bienes y servicios al consumidor y, particularmente, el acceso al consumo a sectores de la población que si bien tienen capacidad de pago de un crédito al consumo no pueden hacer de una sola vez el desembolso del precio o simplemente no están interesados en el pago al contado, pensemos en la adquisición de un automóvil. El crédito al consumo también impulsa el crecimiento de las ventas porque la agilidad de los procesos y trámites para el cliente le permiten solicitar la financiación en el propio establecimiento. En definitiva es pieza clave en el desarrollo económico de una sociedad moderna al apoyar uno de sus pilares como es el crecimiento del consumo interno. En períodos económicamente difíciles, como los actuales, el crédito al consumo contribuye preservando el consumo. Si no hubiera crédito al consumo asistiríamos a desplomes de ventas muy superiores a las caídas que actualmente de se producen en todos los sectores.
Pero siempre, y en eso las entidades somos las primeras interesadas, el crecimiento del crédito se debe acompasar a la capacidad de endeudamiento de los consumidores. El objetivo fundamental para una entidad es el control del riesgo: el crédito se concede para que pueda ser devuelto por el cliente, con sus recursos salariales, independientemente de su patrimonio (en crédito al consumo la única garantía es que el cliente tenga ingresos recurrentes y estables). Aquí vuelve a aparecer el concepto de Crédito Responsable, en el que la entidad debe saber evaluar los riesgos en la concesión de crédito y el consumidor saber equilibrar su nivel de endeudamiento con el de sus rentas, es decir su salario o ingresos pero también considerando la estabilidad de los mismos.
Hoy los medios de comunicación insistentemente se hacen eco de que “es necesario y urgente facilitar el crédito a familias y empresas, ya que la financiación del sector privado reactivará el consumo de las familias y facilitará la normal actividad de las Pymes, aspectos fundamentales para remontar, cuanto antes, la crisis en la que estamos inmersos”. Como decía antes, las entidades especialistas en crédito al consumo no hemos dejado de hacerlo ya que es nuestra única y exclusiva actividad. Lo cual no significa que, en un ejercicio de gestión prudente exigible a toda entidad de crédito, no se deban adaptar los criterios de concesión de créditos a cada contexto, siendo el actual uno de los más difíciles que nuestra reciente historia recuerda.
No obstante, como en Cetelem el crédito al consumo es nuestra vocación, nuestro oficio y profesión, porque sabemos y queremos, podemos hacerlo, adaptándonos a distintos contextos e innovando continuamente para adaptarnos a las tendencias de consumo de nuestros clientes y proporcionar innovadoras soluciones de negocio a nuestros socios de la distribución española. No es por ello casual el propósito que hemos definido para Cetelem: “Tener la oferta deseada por los clientes y conquistar tanto los mercados actuales como los que vayan inventando los clientes”.
Antonio Giraldo Burgos
Director Jurídico y Compliance
Cetelem – BNP Paribas Personal Finance
Presidente de la Comisión de Crédito al Consumo de ASNEF