Alba y Tomás nadan entre estrellas
Cetelem colabora en la apertura del Aula de Hidroterapia del Centro Integral de Atención a Personas con Parálisis Cerebral de la Fundación Numen. La ampliación del centro, inaugurada en enero, cuenta con más de 60 plazas y nuevas aulas de educación especial, talleres y psicomotricidad
Alba, Tomás, Patricia, José Manuel y Marina se deslizan suavemente por la piscina de agua templada. Se mueven, ríen, flotan, se desplazan a lo largo y ancho de la superficie. Cada intrépido pececillo cuenta con un monitor que lo ayuda a moverse ligeramente por el agua, y experimentan así una nueva sensación que despierta sus sentidos y agita sus brazos y piernas.
El entorno es relajante, las luces son tenues y decenas de estrellas de colores se proyectan en las paredes del recinto, la nueva Aula de Hidroterapia del Centro Integral de Atención a Personas con Parálisis Cerebral de Fundación Numen, un proyecto que ha sido posible gracias a la participación de diversas entidades, entre ellas Cetelem.
Cetelem ha colaborado en la adquisición de la silla hidráulica ubicada en la piscina y gracias a la cual los chicos y chicas pueden acceder a la misma y disfrutar de los beneficios de la terapia en el agua, una actividad que reporta numerosos beneficios para los usuarios que acuden al Centro de Educación Especial y Unidad de Día de la Fundación Numen, donde reciben ecuación y tratamiento de rehabilitación más de 60 chicos y chicas con una discapacidad cerebral del orden del 90%.
Como nos cuenta Concha Vereterra, gerente de la Fundación, el objetivo del Aula de Hidroterapia es “mejorar la salud de las personas con alto grado de discapacidad, a través de la actividad de hidroterapia adaptada a sus necesidades de accesibilidad y temperatura, que nos permita desarrollar una terapia acuática, frecuente, concreta e individualizada que alcance a la totalidad de los usuarios del centro”.
La incorporación del Aula de Hidroterapia ha supuesto un reto para la Fundación, puesto que este tipo de actividades acuáticas reportan numerosos beneficios a las personas con discapacidad que vienen determinados por los efectos fisiológicos del agua a una temperatura de unos 34º. Entre ellos cabe destacar el efecto relajante en el tono muscular; la flotación confiere además una especial sensación de ligereza al usuario y la posibilidad de realizar movimientos en el agua que le son muy difíciles en el medio terrestre. Así mismo, está demostrado que la actividad acuática mejora la autoestima y fortalecimiento de los vínculos sociales y afectivos y permite además un aumento de su motivación con el ejercicio, ya que es un medio divertido y de disfrute.
Una ampliación esperada
María Isabel López-Ayllón, presidenta de la Fundación, se muestra satisfecha con este proyecto, “las instalaciones recién inauguradas estaban proyectadas desde 2007, y por fin son una realidad gracias a la ayuda del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, de la Fundación ONCE y del resto de patrocinadores privados, incluyendo a las familias”.
Las demandas del centro fueron aumentando y había necesidad de más espacio para realizar talleres y nuevos recursos de atención especializada, como son hoy el Aula de Estimulación Multisensorial, la Sala de Psicomotricidad y la mencionada Aula de Hidroterapia. La ampliación se ha materializado en 560 m2 distribuidos en tres plantas con los cuales se ha conseguido aumentar de 7 a 11 el número de aulas de Educación Especial, incrementar de 30 a 50 el número de plazas en el Centro de Día, extender la terapia acuática a todos los usuarios del centro, poner en marcha el servicio ambulatorio de atención temprana y de rehabilitación médico-funcional y de atención psicosocial, y poner a disposición de los chicos un amplio jardín con una pradera de césped donde disfrutar en primavera del huerto de los columpios y de juegos al aire libre.
Más de 20 años de dedicación
La Fundación Numen, creada en 1992, es una entidad sin ánimo de lucro totalmente gratuita para las familias y dedicada a la educación, rehabilitación y atención de niños y personas adultas gravemente afectadas de parálisis cerebral y daños neurológicos afines, teniendo como principales fines la plena integración de las personas con parálisis cerebral en la sociedad, el respeto de sus derechos inherentes a su dignidad humana y el logro de una calidad de vida satisfactoria y adecuada a sus necesidades individuales.
A la Fundación acuden chicos y chicas desde los 2 años hasta los 20 para recibir atención en Centro de Educación Especial, mientras que en el Centro de Día empiezan desde los 18 años y pueden completar todo su ciclo vital.
Actualmente en el colegio concertado de Educación Especial están escolarizados 38 niños desde los dos años de edad y un centro de día, con sus plazas dentro de la red pública de la comunidad de Madrid, al que acuden 25 jóvenes.
Por su parte, en el centro de Atención Integral, se imparten terapias individualizadas y personalizadas a través de un equipo de profesionales compuesto por psicólogos, profesores de pedagogía terapéutica, maestros de audición y lenguaje, trabajador social logopedas, maestros de taller, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales y auxiliares educativos.